Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en casi todos los países del mundo y nuestro país no es la excepción, en Argentina se producen 40.000 muertes súbitas por año, casi 4 personas por hora.
Muchas veces, la primera manifestación de una enfermedad cardíaca es la muerte súbita, definida como aquélla que se produce en forma brusca e inesperada dentro de la primera hora de iniciados los síntomas.
Esto no significa que la persona deba estar gravemente enferma para que ocurra. Tiene alta incidencia en personas jóvenes y deportistas con “corazones demasiados sanos para morir” y más del 80% de las veces ocurre fuera del hospital (en casa, la vía pública, el trabajo, etc.) pero siempre cerca de alguna persona.
La RCP (Reanimación Cardiopulmonar) practicada por testigos circunstanciales, aumenta entre 2 y 3 veces las posibilidades de sobrevida de una víctima de paro cardíaco. De ahí la importancia de que todas las personas sepan realizar RCP. Son maniobras sencillas que no requieren de conocimientos previos ni de habilidades especiales, sólo hay que tomar un curso y entrenarse.
La mayoría de las veces, la muerte súbita se produce como consecuencia de una arritmia cardíaca llamada fibrilación ventricular, que consiste en una alteración en la contracción del corazón, haciendo que sea caótica y no se pueda bombear la sangre al organismo normalmente.
La víctima pierde súbitamente la conciencia, no respira y la muerte sobreviene en forma irreversible. En estos casos se requiere dar una descarga eléctrica externa al corazón para restablecer su ritmo normal (esto se llama desfibrilación y se lleva a cabo mediante aparatos llamados desfibriladores), además de RCP precoz para restablecer un ritmo cardíaco normal.
Los D.E.A (desfibrilador externo automático) están especialmente diseñados tanto para el uso del lego como del personal médico que acude a una emergencia.
La ciencia ha demostrado que las mejores oportunidades y tasas de sobrevida se dieron en comunidades entrenadas en reconocer una emergencia, activar el sistema de emergencias médicas, comenzar RCP precoz y realizar desfibrilación precoz.
Estudios realizados en diferentes estados de USA cuyas comunidades han sido debidamente entrenadas, demuestran índices de supervivencia superiores al 74%.
Actualmente, en nuestro país, las leyes nacionales 27159 y 26835 amparan a aquellas personas que hayan tenido un entrenamiento y realicen maniobras básicas de RCP y utilicen un DEA.
La Asociación de Anestesia Analgesia y Reanimación de Buenos Aires en Centro de Entrenamiento de la American Heart Association, a través de nuestros programas gratuitos a la comunidad y las escuelas, ya hemos entrenado más de 7.200 personas y más de 16.900 alumnos de escuelas primarias y secundarias.