Las demencias son enfermedades muy frecuentes. Tienen importantes consecuencias, tanto a nivel psicosocial, salud pública y económico, como para las personas que la padecen, sus seres queridos y la sociedad. La enfermedad de Alzheimer es la más frecuente y el factor de riesgo más importante es la edad.
¿Cuáles son los factores de riesgo de la enfermedad de Alzheimer?
Los factores de riesgo no modificables que se relacionan con la enfermedad de Alzheimer, son la edad y la genética y, los Factores de riesgo modificables, son los relacionados con la salud cardiovascular (HTA Diabetes Dislipemia, stress TBQ y obesidad) y el estilo de vida (dieta saludable, ejercicio, evitar el aislamiento social y estar activo mentalmente).
La presentación típica de la enfermedad de Alzheimer es con dificultades cognitivas a predominio de la memoria (principalmente la memoria reciente y la dificultad de almacenar nueva información), pero también hay presentaciones atípicas, con dificultades predominantemente del lenguaje, praxias (habilidades motoras adquirida), visuoespaciales o conductuales.
Es importante hacer el diagnóstico diferencial cuando una persona se presenta con síntomas cognitivos entre las 4D: Delirium o síndrome confusional, Depresión, Deterioro Cognitivo Leve, Demencia.
¿Qué podemos hacer en consultorio? Además de un exhaustivo interrogatorio, un examen clínico completo y estudios complementarios. Existe lo que llamamos, prueba de screening rastrillaje o cribaje. Estas pruebas están destinadas a la evaluación breve de las funciones cognitivas, en pacientes que presentan riesgo de desarrollar deterioro cognitivo.
Estas pruebas de rastrillaje se usan dentro de la población amplia, para detectar individuos en riesgo, cuando existe queja por un paciente o familiar, o para un primer pantallazo de cómo funciona cognitivamente un paciente.
A pesar del gran avance en las imágenes en los últimos años, las neuroimágenes en la Enfermedad de Alzheimer, siguen siendo un complemento para el diagnóstico clínico. El estudio de elección es la resonancia de cerebro simple, aunque existen además neuroimágenes funcionales cerebrales (SPECT/PET).
El tratamiento en la enfermedad es sintomático, no existe actualmente, un tratamiento modificador de la enfermedad, pero sí alternativas para enlentecer la progresión de los déficits cognitivos.
También hay que considerar, dentro del tratamiento de un paciente con Enfermedad de Alzheimer, las terapias no farmacológicas, que incluyen la rehabilitación o estimulación cognitiva, terapia ocupacional, terapia basada en las artes, fonoaudiología, etc.
Los síntomas conductuales y psicológicos de la Enfermedad de Alzheimer, como la alteración del estado del ánimo o el comportamiento en pacientes con la enfermedad, aceleran la progresión de la enfermedad y generan un impacto adverso en el paciente y el cuidador, además de que incrementan los gastos en salud.
Siempre es aconsejable el seguimiento cercano del paciente que se encuentre en tratamiento psicofarmacológico.
Lo más importante es tratar de mantener una vida saludable y, por consiguiente, un cerebro saludable, actuando a tempranamente en el control de los factores de riesgo modificables (cardiovasculares y estilo de vida). Si se sospecha algún déficit cognitivo (principalmente memoria) o un familiar o amigo identifica un problema, la consulta precoz al médico de familia, clínico, o geriatra, permitirán el abordaje y la utilización de herramientas de cribaje para identificar y actuar adecuadamente ante el diagnostico presuntivo de demencia, dentro de las cuales, la Enfermedad de Alzheimer es la más frecuente.
Dr. Christian De Giorgi, especialista en Clínica Médica y Geriatría
MN 114309 / MP 71123
Artículo publicado en la primera edición de Cuidarte+,
la revista del Centro Médico Villegas.
Centro Médico Villegas
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