Como en cualquier afección o control de salud (chequeo), siempre el primer paso, es la consulta con el médico clínico o el especialista, quien luego del examen, indicará cómo continuar para llegar a un diagnóstico.
Específicamente a lo que a mama se refiere, las imágenes de uso habitual son la mamografía y la ecografía. Ambas se complementan, dado que en ocasiones, una de ellas puede mostrar algo que no se puede ver en la otra.
Los dos procedimientos se indican para la detección de enfermedad oculta (chequeo), o para estudio de una afección presente (bultoma, dolor, etc.).
El cáncer es la patología más buscada para detectar y categorizar, puesto que estamos ante una enfermedad de alta frecuencia, que representa un tercio de los cánceres. Como en toda patología, la detección temprana es muy importante para obtener mejores resultados con el tratamiento.
Si bien hay factores de riesgo, tales como obesidad, alcohol, genética (madre, hermana, hija), no siempre existe una clara relación con su aparición.
Imágenes
MAMOGRAFÍA: Es un estudio que utiliza radiación electromagnética que, al incidir sobre una sustancia sensible, traduce imágenes que resultan de la distinta absorción que producen los distintos tejidos por los que va pasando.
Para el estudio de la mama se efectúan dos incidencias en distintos planos y, eventualmente, incidencias especiales complementarias. La compresión es indispensable para lograr una imagen correcta.
Cabe señalar que la cantidad de radiación utilizada es muy baja, particularmente con los modernos equipos digitalizadores, lo que paralelamente redunda en una mejor calidad de imagen.
Hay que desmitificar también, algo repetido (incluso por algún colega), sobre que la realización de este estudio podría incidir en la aparición de cáncer de tiroides. Ya hace varios años que diversos centros calificados en el mundo, han demostrado que no es así.
ECOGRAFÍA: Este método utiliza los ecos que retornan al aparato tras alcanzar un cuerpo, creando electrónicamente, imágenes diagnósticas. En este caso no es necesaria la compresión de la mama, ni la adopción de posiciones forzadas. Por supuesto, tampoco provoca algún riesgo para la salud.
RNM (Resonancia Nuclear Magnética): En esta ocasión, se utiliza un campo magnético que, a través de recursos técnicos, genera imágenes diagnósticas.
Su uso es excepcional en el estudio de la mama y tiene indicaciones específicas, que indicará el profesional actuante. Es complemento diagnóstico en algunos casos que merecen aclarar los resultados obtenidos con los otros métodos.
Siempre es oportuno recordar que con todos los medios que provee la tecnología como auxiliares diagnósticos, pueden darse, de manera excepcional, falsos positivos (mostrar algo que no es) y falsos negativos (no mostrar algo que sí es).
Dr. Juan Sepliarsky
Especialista en Diagnóstico por Imágenes
M.N. 33174 / M.P. 60124